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Decomiso. La Policía allanó el domicilio y encontró equipamiento y materiales para realizar abortos.
El hecho ocurrió en una vivienda de la calle José Hernández al 1700, a tres cuadras de la plaza principal. La víctima era de Pilar y llevaba en curso un embarazo de tres meses. Hay una persona detenida.
Mientras la despenalización del aborto continúa siendo un tema de discusión en la Argentina, las muertes de mujeres que se someten a prácticas clandestinas no se detienen. Ahora ocurrió en Garín, donde una mujer falleció luego de someterse a una operación de este tipo en un consultorio particular.
Susana Mabel González (38) era oriunda de Pilar y llevaba un embarazo de tres meses de gestación. Según informaron diversas fuentes, el martes de la semana pasada se dirigió a una vivienda de la calle José Hernández al 1700, a tres cuadras de la plaza de Garín, para realizarse el tratamiento.
De acuerdo a lo que trascendió, González se descompensó en el lugar mientras le practicaban el aborto. Un hombre de 29 años que la acompañaba la trasladó inmediatamente a un centro asistencial de la localidad, pero falleció en el trayecto.
Tras el fallecimiento de la mujer y la correspondiente denuncia policial, efectivos de la comisaría Escobar 3ra allanaron la vivienda y encontraron todo tipo de elementos para practicar abortos.
Los uniformados incautaron un ecógrafo, sondas, una caja metálica con gasas, un envase de suero, un fichero, una bolsa con pañales, una libreta sanitaria maternal, tres frascos con medicamentos, un tensiómetro y un manual con instrucciones médicas.
En el domicilio fue aprehendida una mujer de 73 años, que presuntamente habría sido la encargada de realizarle las prácticas abortivas a González.
La causa fue caratulada como “aborto seguido de muerte” y está a cargo del fiscal Claudio Aundjian. Mientras avanza la investigación judicial, la anciana, cuyo nombre no trascendió, permanece detenida.
Al margen de cualquier postura ideológica, la trágica muerte de Susana Mabel González no hace más que poner en evidencia una dolorosa realidad que se vive en el país: miles de mujeres mueren en las mismas condiciones año a año, ante un Estado ausente.
Por Alejo Porjolovsky
