A los 93 años, el artista infantil desplegó su inagotable carisma por el escenario del teatro municipal, ante una sala colmada. Además, se emocionó al ser homenajeado y recibió una distinción de manos del Intendente.
A un año de su reapertura, el teatro Seminari vivió una de sus jornadas más emotivas con la presentación de un artista inigualable como Carlitos Balá. Un hombre que durante décadas hizo reír de manera sana y educativa a tres generaciones de argentinos. Seguramente muchos adultos hayan revivido este domingo junto a sus hijos las nostalgias de su tierna infancia, ante ese humorista que era el recreo sagrado de cada día frente al televisor.
A sus 93 años, Balá demostró que su carisma sigue intacto pese al inexorable paso del tiempo. El espectáculo consistió en un repaso de algunas canciones y el recuerdo de su larga trayectoria. Además, recibió un cálido tributo por parte un grupo de varieté llamado Los Pichiculundios.
La función tuvo un momento emotivo cuando se proyectó un audiovisual que recorrió la carrera en radio, teatro, cine y televisión de Balá, quien no pudo evitar conmoverse y agradeció el homenaje.
Sobre el final, el intendente Ariel Sujarchuk subió al escenario y le entregó una distinción declarándolo «personalidad destacada de la cultura».
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“En representación de todos los vecinos quiero decirle a Carlitos Balá que estamos eternamente agradecidos por todo lo que nos brindó como artista y por este momento de profunda emoción que podemos vivir juntos”, expresó el jefe comunal, quien estuvo acompañado por su esposa, la diputada nacional Laura Russo, y sus hijos.
El público aplaudió de pié al artista, quien devolvió el afecto con sonrisas y agradecimientos. Además, estuvo acompañado por esposa Martha y su hija Laura.
Con entradas agotadas 48 horas antes, la función se realizó a total beneficio del programa municipal Hambre Cero.
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