A horas de haber regresado de Nueva York, el jefe de Estado fue visto almorzando en un restaurante de Maschwitz con su hija menor, rodeado de custodios. Es la tercera vez que visita el distrito, ninguna de manera oficial.
Después de su viaje a Estados Unidos, donde mantuvo reuniones con el Fondo Monetario Internacional y participó de una cumbre de la ONU, el presidente Mauricio Macri regresó este miércoles al país y decidió hacer una pausa lejos de la vorágine porteña almorzando en un restaurante de Ingeniero Maschwitz junto a su hija menor.
Minutos después del mediodía, los vecinos del barrio San Miguel se vieron sorprendidos por el aterrizaje del helicóptero presidencial en el estadio del club Deportivo Armenio. Allí lo esperaba una caravana de vehículos oscuros de alta gama, a uno de los cuales se subió Macri para ser trasladado sin escalas hasta el corredor gastronómico de la calle Mendoza.
Seguido a una prudencial distancia por sus escoltas, el presidente bajó a almorzar en el restaurante Il calzone della nonna con su pequeña hija Antonia. A esa altura, El Día de Escobar ya había adelantado en sus redes sociales la presencia del mandatario en la zona.
«Realmente fue una sorpresa, no lo esperábamos. Le habíamos escrito por Facebook y nos habían contactado desde Presidencia, pero nunca nos dijeron que vendría», le contó a este medio Fernanda Krieger, responsable del flamante emprendimiento junto a su marido, Federico Nicotra, quienes inauguraron el local el pasado fin de semana. Como no tiene salón ya que es delivery, Macri y su hija comieron sus calzones rellenos en la cocina del comercio, donde permaneció desde las 13.15 hasta las 14.
Algunos curiosos aguardaron en la vereda a que terminara de comer para filmarlo y sacarle fotos con sus teléfonos celulares cuando se retiraba.
Entre los presentes no faltaron comentarios y bromas ocasionales sobre otros comercios del rubro ubicados a unos metros, como la panchería del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la fondue del periodista kirchnerista Diego Brancatelli, quienes también apostaron por el auge gastronómico local. Opciones que, seguramente, Macri no evaluó.
El fuerte dispositivo de seguridad presidencial impidió que la gente se acercara a saludarlo, lo cual él tampoco hizo. Y así, sin más, la comitiva retomó el camino hasta el club de la colectividad, sobre la ruta 26.
Es la tercera vez que Mauricio Macri visita el partido de Escobar desde que es presidente, aunque ninguna fue con carácter oficial. De hecho, la primera también fue “a escondidas”: en el bioparque Temaikèn, que cerró sus puertas para que pudiera disfrutarlo en privado junto a Antonia. La segunda oportunidad fue en Maschwitz, cuando visitó la casa de un matrimonio que lo había contactado por Facebook.
#Ahora #Exclusivo | Sorpresiva presencia de Mauricio Macri en Ingeniero Maschwitz.
Recién llegado de su gira por Estados Unidos, el mandatario descendió del helicóptero presidencial en el estadio de Armenio y está almorzando en un restaurante de la calle Mendoza. pic.twitter.com/SWimlJmhlp
— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) September 26, 2018