Las obras que se están realizando sobre esa calle y en la terminal provocaron una sensible merma en la actividad. Por eso, quieren que el Municipio modifique la planificación y permita la circulación de colectivos.
Era sabido que la repavimentación de la calle Rivadavia y la remodelación de la terminal de ómnibus iban a generar controversias y molestias. Aunque indiscutiblemente necesarias, las obras que comenzaron este miércoles tuvieron dos implicancias directas e inmediatas: por un lado, el desconcierto inicial de los usuarios del transporte público por la reubicación de todas las paradas; por el otro, la sensible caída en la actividad comercial de decenas de comercios ubicados en esa zona.
La merma en las ventas de los comercios era previsible, porque la mayoría trabaja con el público que viaja en colectivo. Y al moverse las paradas, esa clientela migró a otras cuadras. Aunque sea algo provisorio, es un golpe duro de absorber, más durante cuatro meses -es el plazo previsto para la obra- en un contexto de vacas cada vez más delgadas.
Ante esta situación, los comerciantes firmaron un petitorio dirigido al intendente Ariel Sujarchuk. Le piden una audiencia urgente y proponen que no se interrumpa la circulación de colectivos sobre Rivadavia.
#Ahora | Día 1 de las obras de remodelación de la terminal de ómnibus y repavimentación de la calle Rivadavia, que está cortada entre Travi y Spadaccini. Los trabajos se dividirán en tres etapas y se estima que se extenderán durante cuatro meses. pic.twitter.com/jeWDTQhqVS
— El Día de Escobar (@eldiadeescobar) August 8, 2018
Para esto, proponen que la calle se cierre en dos tramos: primero entre 25 de Mayo y Spadaccini, para que algunas líneas puedan ingresar en contramano por Spadaccini y salir por Rivadavia hacia Tapia de Cruz. Cuando esa parte de la obra esté terminada, los colectivos podrán entrar por Travi y sobre esas dos cuadras de la Rivadavia reubicar las paradas de emergencia.
“Estamos totalmente de acuerdo con las obras, pero esta medida pone en peligro nuestra fuente de trabajo y la de nuestros empleados. No hay comercio que aguante 120 días sin ventas”, afirman en la nota, que fue presentada este martes en el Palacio Municipal.
Por lo pronto, desde este miércoles la calle Rivadavia está cortada entre Travi y Spadaccini, mientras que las veredas permanecen habilitadas al tránsito peatonal. Cuando la repavimentación de ese tramo finalice, se permitirá que la gente circule por la calzada, ya que se trabajará en la readecuación de las veredas. Y así en cada una de las tres cuadras que hay entre las avenidas 25 de Mayo y Tapia de Cruz.
Para muchos, serán 120 días interminables.