Los investigadores creen que podría tratarse de un suicidio inducido. Un joven de 18 años, con quien tendría una relación virtual, es el principal sospechoso. A la hipótesis de un juego macabro se agrega que la menor habría sido abusada.
La historia es tan espeluznante que hasta cuesta narrarla: una chica de 12 años se suicidó colgándose de un árbol en el fondo de su vivienda, en el barrio Doña Justa de Ingeniero Maschwitz, y se investiga si lo hizo realizando una prueba extrema del denominado «Juego del Momo».
La chica filmó toda la secuencia previa con su teléfono celular. Por eso, una de las hipótesis que manejan los investigadores es que se trató de un suicidio inducido. Si bien aún no se tienen demasiadas precisiones sobre lo sucedido, las imágenes de la nena siguiendo ciertos pasos que alguien le estaría indicando hasta que empieza con la autoasfixia, atando una sábana a su cuello hasta ahorcarse, están siendo analizadas por los peritos.
En principio, las sospechas apuntan a un adolescente de 18 años, al que la chica habría conocido por las redes sociales, pero que todavía no pudo ser localizado, según publicó Diario Popular. Se dice que sería una especie de «amigovio», con quien chateaba todos los días.
Al mismo tiempo, comenzó a profundizarse la posibilidad de que se trate de un episodio vinculado al «Juego del Momo», de origen japonés y que ha generado conmoción por sus nefastas consecuencias en varios países de Europa.
El «Juego del Momo» se viralizó por la mensajería WhatsApp y persigue objetivos que afectan a sus usuarios, tanto por el robo de sus identidades, como en fijar retos personales que pueden terminar en este tipo de tragedias. Hay quienes descreen y se burlan de la existencia de este desafío extremo, aunque muchos lo dan por cierto y lo consideran una terrible amenaza para chicos vulnerables.
Según trascendió, la niña, de nombre Selene, fue hallada en la noche del domingo por su hermano mayor colgada de un árbol en el fondo de su casa, ubicada en las calles Nahuel Huapi y Evaristo Carriego del populoso barrio Doña Justa, mientras que a un costado quedó tirado su celular.
En la vivienda los más chicos de una familia numerosa dormían sin advertir qué estaba ocurriendo. La madre se había ausentado y al regresar se encontró con ese terrible cuadro, con su hija ya fallecida y un grupo de vecinos solicitando auxilio de manera desesperada.
Personal de la comisaria 2da. de Escobar tomó intervención en el hecho, cuya investigación fue derivada al Juzgado de Menores de Zárate-Campana, donde ya cuentan con una serie de elementos considerados claves para poder avanzar en el esclarecimiento de lo sucedido.
«Se secuestró el celular, donde están las filmaciones y los diálogos por el chat de WhatsApp. Y ahora se busca al supuesto adolescente con el que intercambiaba esos mensajes, con la intención de subirlo a las redes sociales, como parte de un reto de lo que sería el Juego del Momo», indicó una fuente.
Sus compañeros de la escuela secundaria Nº14, donde cursaba el primer año, los del barrio y con los que compartía los ensayos de una murga aún no pueden creer lo ocurrido. Por eso, docentes y autoridades educativas, junto a funcionarios municipales, acudieron para brindarle contención psicológica a ese grupo de chicos, muchos de los cuales asistieron este martes al sepelio de Selene.
Posible abuso sexual
El cuerpo de la niña recién fue entregado a su familia cerca de la medianoche del lunes, tras ser sometido a una autopsia que determinó que su muerte se habría producido ante la asfixia por estrangulamiento. Sin embargo, los resultados complementarios del estudio forense habrían detectado en la menor algo por demás sórdido: signos de haber sido abusada sexualmente. Sobre esta hipótesis, los investigadores comenzarían a avanzar con el cotejo de ADN del adolescente con el que mantenía contactos virtuales, más otras personas de su entorno íntimo, según trascendió por distintos medios.
De todas maneras, el expediente judicial se ha mantenido en estricta reserva, ya que tanto la víctima como alguno de los presuntos sospechosos son menores de edad, al margen del alerta que despertó entre las autoridades que se trate de un suicidio inducido.
Trascendió que en el teléfono móvil de la niña también aparece el intercambio de mensajes en el chat de WhatsApp con el adolescente, de 18 años, quien ya fue citado a declarar, al igual que los hermanos mayores de la víctima, de 17 y 19 años, como otras personas de su entorno.
«De las pericias de esos celulares que fueron secuestrados, sin dudas, surgirán elementos fundamentales para avanzar en el esclarecimiento de la causa. Todo es materia de análisis, tanto la hipótesis del suicidio inducido mediante un juego de las redes sociales como otras motivaciones, ya que nada se descarta», indicó una fuente policial.