La historia de Bruno, el perro de Escobar que esclareció el crimen de Anahí Benítez

Tiene 4 cuatro años, es raza weimaraner y único en la provincia por su olfato súper desarrollado. Fue el que guió a los investigadores hasta el segundo detenido.

lunes 05 febrero, 2024

Indicios. El perro incrimina a Bazán: también sintió su olor en el pozo donde fue hallada la joven.

Tiene 4 cuatro años, es raza weimaraner y único en la provincia por su olfato súper desarrollado. Fue el que guió a los investigadores hasta el segundo detenido. El can “trabaja” en la Secretaría de Seguridad del Municipio.

Dicen que Bruno es “el Messi de los perros”. Cualquier olor que le pongan delante de su hocico lo registra en su cerebro y sigue su rastro hasta donde sea que ese perfume haya penetrado. Si los investigadores en algún momento encuentran pruebas que indiquen que Marcos Esteban Bazán (34) tuvo algo que ver con la muerte de Anahí Benítez, Bruno habrá sido uno de los responsables. Es que, además de haber llegado por el olor de la víctima hasta la casa del segundo detenido, el can también encontró el «perfume» de Bazán en el pozo donde la policía halló el cadáver de Anahí.

«Son indicios, pero sirven para la investigación», explicó Diego Tula a Infobae. El hombre es el adiestrador de Bruno, un perro de cuatro años de edad, único en la provincia por su olfato súper desarrollado. El sábado, después del hallazgo del cadáver de Anahí, las fiscales del caso convocaron a Bruno, que «trabaja» para la Secretaría de Seguridad y Prevención Comunitaria de Escobar.

Llevaron al perro al cuarto de Anahí y tomaron muestras de olor de la adolescente que había en pelos, un corpiño y la plantilla de una de las zapatillas que más usaba. Con ese material, los adiestradores de Bruno fueron hasta la casa del primer detenido, el profesor de Matemáticas Leandro Agostino, donde no hallaron rastros de la chica. Y luego, a la entrada del predio de Santa Catalina de Lomas de Zamora, el campo donde encontraron sin vida a la joven de 16 años, el viernes pasado.

Te puede interesar  Detuvieron a dos presuntos ladrones que usaban uniforme y armas de la Policía

Allí le hicieron sentir al perro el olor de la adolescente nuevamente, y Bruno salió derecho hacia la casa de Bazán y se paró frente a la reja. El perro recorrió el interior de la casa y fue hasta un cuarto construido en el patio. La casa de Bazán estaba descrita en el diario íntimo de Benítez, aunque a él no se lo mencionaba. «Así como podemos decir que Anahí no estuvo en lo de Agostino, sí estuvo en lo de Bazán», detalló Tula.

«Bruno tomó el rastro, había olor en la entrada del predio. El perro siguió avanzando por unos senderos que salen a la Estación de Santa Catalina y se plantó en la puerta de la casa de Bazán. Ahí quería seguir avanzando. Se le pidió autorización al fiscal para entrar a la casa y continuó el rastro por el pasillo de la casa, recorrió el interior y terminó en el fondo», explicó su adiestrador, quien trabaja con este Weimaraner grisáceo desde hace tres años y, asegura, tiene una efectividad del 90%.

Adiestrado. Bruno trabaja para la división canina de la Secretaría de Seguridad y Prevención del Municipio.

Pero el eficiente trabajo de Bruno no terminó ahí. Cuando vio que el can abría puertas, la fiscal Verónica Pérez preguntó si podían decirle a Bruno que registre olores de Bazán para determinar si su rastro se hallaba también en la escena del crimen, un pozo cavado a unos 300 metros de la casa del sospechoso. Y lo que encontraron fue que, efectivamente, había olor del sospechoso allí.

Te puede interesar  Nueve medallas para el Club Independiente en el Nacional Máster de Natación

«El olor de Bazán estuvo ahí. No quiere decir que él haya sido el asesino. Pudo haber estado un día antes. Pero sirve como indicio para la investigación», comentó Tula.

Desde que fue incorporado a la brigada canina de Escobar, Bruno participó de la investigación del doble crimen de El Palomar, ocurrido en 2015, por el que fue condenado a perpetua Enrique Alcaraz. También integró, junto con perros de los Bomberos de Punta Alta, la búsqueda de Araceli Fulles, otra de las jóvenes asesinadas este año.

«Bruno es especialista en buscar el olor de una persona en particular. Todos tenemos un olor particular, es como una huella digital. No hay dos olores iguales en el mundo», sintetizó Tula, y no se guardó elogios para su perro: «Es muy rápido para resolver. Ahora que está experimentado es rapidísimo. Hace una excelente discriminación de olores y puede seguir el rastro de una persona incluso en un vehículo».

Bruno iba a volver este lunes al predio Santa Catalina porque las fiscales querían saber si había olor de Agostino en la casa de Bazán. Pero el operativo fue interrumpido por uno de los grandes enemigos del trabajo del perro: la lluvia. «Borra los rastros de olor», comentó su adiestrador.

Por eso, el trabajo del Weimaraner se terminó, al menos por ahora, en el caso Anahí. Tula está ogulloso: «Lo que el can hizo fue marcar el recorrido de Anahí y de Bazán. Si gracias a eso se resuelve el caso, bienvenido sea para ayudar a la Justicia», comentó, antes de ponerle la mejor cucarda a Bruno: «Es el Messi de los perros».