Despidos, paro y acampe en Indura, una fábrica del Centro Industrial Garín

El conflicto en la planta química cumple un mes y sigue sin solución. Ya son 28 los trabajadores echados, pero los empleados de la empresa niegan que esté en crisis. “Solo quieren echar gente”, afirman. Y piden que todos sean reincorporados.

lunes 05 febrero, 2024

[wppg_photo_slider id=»107″]

El conflicto en la planta química cumple un mes y sigue sin solución. Ya son 28 los trabajadores echados, pero los empleados de la empresa niegan que esté en crisis. “Solo quieren echar gente”, afirman. 

Decenas de trabajadores de la empresa química Indura están reclamando desde hace dos semanas la reincorporación de 28 compañeros despedidos con un paro y acampe en la puerta de la planta, ubicada en el parque industrial de Garín, a metros de la autopista Panamericana.

El conflicto comenzó hace un mes, cuando el directorio de la compañía multinacional, de capitales estadounidenses y una de las mayores productoras de gases industriales y medicinales a nivel mundial, presentó un preventivo de crisis en el Ministerio de Trabajo de la Provincia argumentando un déficit en los balances por la supuesta caída en las ventas y el tarifazo en los servicios de electricidad y gas natural.

“El Ministerio no avaló el preventivo de crisis, pero igual utilizaron el artículo 247 (Ley de Contrato de Trabajo: el despedido percibirá la mitad del monto de la indemnización que le corresponde) para despedir a ocho trabajadores fuera de convenio y luego a otros 19 que sí están sindicalizados. Entonces, nosotros paramos todo para apoyarlos y ahí echaron a nueve compañeros más por el solo hecho de estar acompañando y pidiendo su reincorporación”, explicó a El Día de Escobar Daiana, una de las delegadas de la comisión interna de Indura.

Te puede interesar  Voraz incendio destruyó por completo un aserradero de la Colectora Oeste en Garín

“Solamente quieren echar gente. La empresa dice estar en crisis, pero eso es totalmente inexistente. En abril se repartieron $12 millones entre siete personas -gerentes-, compraron cuatro autoelevadores nuevos y en julio tuvieron un superávit de $11 millones. Por eso le rechazaron el preventivo de crisis, aunque ellos igual siguen actuando como si se lo hubiesen aprobado”, acotó Lucas, uno de los pocos operarios que todavía no fue alcanzado por el recorte de personal, que ya alcanzó a más de la mitad de los 70 trabajadores de la planta, incluyendo a los de mayor antigüedad.

Los empleados de Indura planean seguir con la medida de fuerza hasta tanto sus compañeros despedidos sean reincorporados. “Le paramos la producción, porque toda la gente de planta, salvo una o dos, está acá afuera, y le frenamos la salida de mercadería. Lo único que le dejamos sacar son los gases medicinales -para pacientes médicos-, porque nosotros no hacemos locuras”, detalló la representante gremial, una de las tantas personas que desde hace quince días acampan en la vereda de Rivadavia 50, próxima a la Colectora Oeste, donde el sábado se realizó un festival solidario para recaudar fondos.

Te puede interesar  Rezonificación de la ruta 26: Reunión sin acuerdo entre vecinos y concejales

Indura es una empresa de origen chileno y hace dos años fue comprada por el grupo Air Products (USA), una de las principales compañías de gases industriales del mundo, con más de 70 años de trayectoria, presencia en más de 50 países y alrededor de 20.000 trabajadores.

En Argentina desembarcó en 1991 y cuenta con oficinas en Córdoba, Rosario, Tucumán, San Juan, Mendoza y Garín, donde se encuentra su única planta productora del país.

La firma comercializa una amplia gama de gases para diferentes procesos y aplicaciones, tales como oxígeno, nitrógeno, argón, anhídrido carbónico, acetileno, óxido nitroso, helio y mezclas de gases para soldadura, entre otros productos, además de vender máquinas e insumos para el sector metalmecánico.

En el marco de este conflicto laboral, el lunes por la tarde se llevó a cabo una audiencia de conciliación en la sede del Ministerio de Trabajo provincial con la empresa, el gremio y algunos empleados con la intención de llegar a un acuerdo entre las partes. Por el momento, no hay buenas noticias para los trabajadores despedidos y la situación se torna cada vez peor.