El intendente de Escobar sorprendió con declaraciones en las que tomó distancia del FPV y reconoció coincidencias con el líder del Frente Renovador. “No es un cambio de convicciones, es un nuevo proceso político”, sostuvo.
Aunque no lo dijo con todas las letras, el intendente Ariel Sujarchuk dejó entrever sin medias tintas que su pertenencia al kirchnerismo empieza a ser parte del pasado, a tal punto que se distanció del Frente Ciudadano impulsado por la ex presidenta, cuestionó por elevación a Daniel Scioli y admitió coincidencias con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
El alcalde escobarense no habló a título personal sino en nombre del grupo de intendentes bonaerenses «dialoguistas» del Frente para la Victoria, los llamados «Apóstoles» por su alineamiento con el Vaticano y el Papa Francisco. Lo hizo en declaraciones al sitio web La Política Online, en una entrevista que abarcó diversos temas pero que puso el foco sobre el escenario actual y las proyecciones para las elecciones legislativas de 2017.
En sus declaraciones, Sujarchuk insistió en la necesidad de que haya «un cambio de método» en el PJ para recuperarse del traspié electoral del año pasado, afirmó que no se trata de «cambiar convicciones» sino de «un nuevo proceso político» y sostuvo: «Tenemos la obligación de renovarnos a nosotros mismos».
Hubo una reconfiguración de varios municipios del Conurbano y rápidamente los intendentes fueron juntándose en distintos grupos, los dialoguistas, los K, los PRO ¿Cómo ve este proceso?
Es interesante y tiene que ver con una renovación política. No es sólo un cambio de nombres sino un cambio de método. Yo no quiero más una lancha, prefiero un barco. Que todos juntemos madera, construyamos un nuevo barco como símbolo del proyecto político. Algunos irán en el timón, otros en la sala de máquinas, pero cuando llegue a buen puerto queremos saber que estamos todos adentro.
La lancha es por Scioli, imagino…
(Asiente, con una media sonrisa) Lo otro es muy individualista y es parte de los motivos de la derrota que hemos tenido. A su vez, al no haber una conducción institucionalizada en la Presidencia o en la Gobernación, se forman relaciones transversales, donde nadie es jefe del otro y lo que empieza a nuclear es un conjunto de ideas que permitan devolverle a la provincia una conducción que sea de la provincia. Eso hace muchos años que no pasa.
Insaurralde y Menéndez ya se sacan fotos con el massismo. ¿Los intendentes van a volver a jugar con Massa el año que viene?
Hay una tendencia de los espacios políticos con una mirada social a encontrarse. Y Massa es parte de esa búsqueda de encuentro. La política es convencer, por lo tanto tenemos que juntarnos entre los que tenemos ideas y diferencias comunes frente a las cosas que pasan. La gente está queriendo un camino en el cual se sienta contenida, y no perseguida ni estigmatizada, y mucho menos excluida.
El análisis es que los intendentes están en una doble tarea: dejando atrás al kirchnerismo y armando un polo de poder para negociar con el candidato. ¿Cómo lo ve?
Sí… Puede ser. Es el barco que te estaba graficando. Armar un grupo fuerte, sólido, que represente los intereses territoriales, que devuelva a la provincia la conducción de su propia provincia, y que elija en la próxima elección a quien exprese esa idea política.
O sea que el kirchnerismo quedó atrás…
Yo creo que ninguno de nosotros quiere cambiar de convicciones, lo que queremos es un nuevo proceso político, que no significa tirar a nadie por la ventana. Tenemos que contener incluso a los que se fueron, sectores gremiales, peronistas que están en el Frente Renovador, incluso a los que se identificaron con la propuesta de Cambiemos y hoy están desencantados.
¿Y eso no es el Frente Ciudadano que pide Cristina?
No, no es el Frente Ciudadano. Es el justicialismo en una mirada frentista, con aquellos que tienen representatividad territorial, legislativa y gremial. Tenemos la obligación de renovarnos a nosotros mismos, pero lo que no estamos dispuestos es que nadie con un mensaje de texto nos diga lo que hay que hacer. Tenemos que dialogar y trabajar en conjunto y discutir los problemas de la gente. Nuestra agenda es la agenda de la gente y no de algunos dirigentes.
Ahora ustedes están en el PJ y ven a Massa como posible candidato. ¿Cómo van a hacer?
No… eso es muy prematuro… Hablar de un candidato hoy, es matarlo. Yo estoy hablando de una construcción colectiva y después ver quién es el que mejor lo expresa. Y aquellos que están con el cassette, regalarles un pen drive, hay que modernizarlos y hacer una lectura de los tiempos actuales.
¿A quién se refiere? ¿Con el cassette están Ferraresi, Mussi, Festa?
Creo que Festa está tratando de salir adelante, tengo mucho aprecio por Walter Festa. Y creo que algunos se autoempoderan en un lugar que nadie les dio, y si alguien se los dio, a mí ese lugar no me representa. No es un buen compañero el que se pone a criticar al resto, antes que a los adversarios políticos. Yo no voy a aceptar que alguien me diga que soy tibio. Pero tampoco soy irresponsable, y en definitiva el que necesita gritar mucho es porque le falta contenido, le falta peso específico.
Es, en principio, una diferencia de estilo…
Es que ser moderado es mucho más difícil que ser extremista. Para los ortodoxos, es esto o la nada, en cambio ser moderado es ser inteligente, contemplativo, y aceptar la heterogeneidad. Es poder escuchar a todos y hacer una suma y no una división. Hoy, es mucho más audaz ser moderado que ser extremista.
¿Parece un discurso filo massista?
(Se ríe) O también puede ser que Massa sea “sujarchukista”…