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El carnicero Claudio Vallier, de 55 años, fue arrestado por la Policía Federal en su casa. Está acusado haber escondido las armas que se utilizaron en el doble homicidio, ocurrido en 2013, en cercanías de la cancha de San Lorenzo.
En agosto de 2013, un mes después de la muerte de su hijo, el padre de Marcelo Carnevale apretó los dientes y lanzó ante una cámara de televisión: «Son los traicioneros, es el hijo de puta de ‘Rafa’ di Zeo, que vengan a pelear conmigo, todos los putos, mano a mano». Así, las responsabilidades quedaban lanzadas: Carnevale hijo fue asesinado a causa de una guerra de facciones en la mayor barra brava del país.
Alias «Chelo», Carnevale estaba ligado a Cristian «Fido» Debaux, lugarteniente de Mauro Martín; terminó acribillado en una emboscada cerca la cancha de San Lorenzo en el Bajo Flores junto a Ángel Díaz, de 44 años, un histórico ladero de Di Zeo. Hubo al menos 100 disparos.
Era una situación de suma gravedad, una de las mayores crisis de violencia en la historia de «La 12». Di Zeo, en ese entonces, ya no era el capo indiscutido: pesaba sobre él un fuerte derecho de admisión. Mauro Martín, por su parte, estaba preso por homicidio. Hubo amenazas cruzadas con pintadas que acusaban a fiscales de negociar con barras traidores. En medio de la crisis de violencia, el presidente Daniel Angelici decidió tomarse licencia por un tiempo.
Hoy, tres años después, hay un detenido por las muertes de Carnevale y Díaz, según pudo confirmar el portal de noticias Infobae. En la tarde del martes, por orden del Juzgado de Instrucción N°33 a cargo del doctor Gustavo Pierreti, el Departamento de Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA detuvo a Claudio José Vallier sobre la calle Melo, en el barrio Villa Vallier, de Belén de Escobar.
De 55 años y descendiente de una tradicional familia de la ciudad, Vallier es un ex carnicero: en 2009 vendió su negocio, ubicado sobre la avenida San Martín y la calle homónima a su apellido. Está acusado haber escondido las armas del hecho.
Vallier no fue el único en quedar preso por las muertes de Carnevale y Díaz. Marcelo Aravena, un barra vinculado a Di Zeo, presuntamente parte de la facción de Lomas de Zamora que también señaló el padre de Carnevale, había sido detenido por el tiroteo, para ser liberado tres meses después, con una falta de mérito dictada por el juez Manuel De Campos. Hubo otro presunto barra, Walter Coronel, al que se señaló por conducir un Ford Focus empleado en la emboscada del Nuevo Gasómetro.
