El dirigente del Partido Obrero visitó la ciudad para dar una charla ante militantes y cargó contra las centrales sindicales. Además, calificó como “completamente negativos” los primeros meses del gobierno de Macri.
Varias veces candidato a presidente de la Nación, creador del Partido Obrero (PO) y referente del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Jorge Altamira (74) es ya un dirigente político histórico de la izquierda argentina. Desde sus primeras postulaciones con escasos guarismos hasta el estallido de la campaña virtual #UnMilagroParaAltamira y su derrota en las últimas PASO frente a Nicolás del Caño ha pasado mucho tiempo, pero su popularidad y el conocimiento de sus posiciones han ido en aumento.
Este sábado volvió a Escobar -ya había pasado por la ciudad en la campaña electoral de 2011- para dar una charla ante decenas de militantes en un local de la calle Sarmiento, pero minutos antes charló mano a mano con El Día de Escobar, dejando varias declaraciones contundentes sobre la actualidad nacional.
El gobierno de Mauricio Macri, la marcha universitaria del jueves y el futuro del espacio que integra fueron algunos de los tópicos que el ex legislador porteño tocó durante la entrevista, en la que apuntó sus principales cañones contra los gremios y la Ley Antidespidos que intentan promulgar junto a las principales fuerzas opositoras. “Ninguna burocracia sindical tiene tanta conciencia de sus propios intereses económicos diferenciados de los trabajadores como la de Argentina”, sentenció.
¿Cuál es su balance de los cinco meses del gobierno de Mauricio Macri?
Desde el punto de vista de los trabajadores es completamente negativo. Se han tomado medidas que elevaron considerablemente las ganancias de exportadores, banqueros y, como consecuencia de una inflación de las más intensas de los últimos años, la desvalorización del salario ha sido brutal. A eso hay que agregar la desvalorización de las jubilaciones y los despidos. Pero la responsabilidad de esto no es solo del macrismo, sino también de la burocracia de los sindicatos, porque cuando hay un ataque al movimiento obrero, está claro que son el instrumento de defensa de los trabajadores y ellos o sus dirigentes están plegados a las políticas de (Mauricio) Macri.
A pesar de su reciente unión, ¿las centrales sindicales son también responsables?
Se unen ahora porque quieren hacer un lobby en relación a temas que les interesan a ellos, como las obras sociales, el pago de algunas deudas que el Estado tiene y negocios empresariales. Antonio Caló es socio en una empresa periodística que maneja Crónica TV y BAE, donde han despedido gente; Moyano quiere controlar las medidas sobre transporte y entonces trata de meter a alguien suyo como ministro de transporte de Macri. No tiene nada que ver con el sindicalismo, ni con un reclamo del trabajador.
¿Cuál es su posición respecto a Ley Antidespidos que el kirchnerismo intenta aprobar en el Congreso?
Yo quiero ser muy franco: todo este tema es una farsa. Si hay despidos, los sindicatos tienen que actuar y defender a los trabajadores y no ir a mendigar leyes al Congreso. No estoy en contra de una ley, pero solo si el sindicato actúa, lucha y defiende a los trabajadores, porque lo que sobra no daña. Cuando se larga este proyecto es para decir que se van a resolver por la vía parlamentaria los problemas que hay en todo el país y en innumerables lugares de trabajo por la acción de los sindicatos. Es decir que el proyecto de ley es un acto de renuncia de los gremios a cumplir su función. Además, el proyecto de ley tampoco garantiza que no haya despidos, sino que establece una doble indemnización. ¿Es mejor eso o conservar el empleo?
¿Cree que una ley así perjudicaría a las pymes?
Las pymes no abren la boca cuando el Banco Central les cobra una tasa de interés del 38% y en cualquier país del mundo un préstamo está al 5%. ¿Vos pagás eso y después te venís a preocupar porque vas a tener que pagar una indemnización doble?
¿Piensa que el proyecto saldrá aprobado o quedará en la nada?
Para mí no va a salir nada porque hay un desacuerdo de a tres: Massa, que quiere incluir a las pymes; los kirchneristas, que le dijeron que sí pero en una ley separada, y Macri, que dice no. Es todo una farsa, una pulseada que seguramente termine en la nada. Los que han confiado que esto se podía arreglar por medio del parlamentarismo, son los ingenuos.
Cambiando de tema, ¿qué le pareció la marcha universitaria del último jueves?
Fue impresionante porque movilizó a todo el mundo y es una de las movilizaciones más amplias que haya habido en los últimos años. La victoria de este movimiento va a depender mucho de cómo se oriente, porque la participación de los consejos directivos de algunas universidades, que uno puede juzgar como positiva, implica también que aparezca un sector proclive a la negociación con el gobierno y que se manejen presupuestos en beneficio de ellos y no de los estudiantes.
Acá se trata de que el reclamo universitario sirva para aumentar el salario de los docentes, que todos los turnos puedan ser llevados adelante y que se cubran la totalidad de los reclamos, no que después haya un arreglo entre los consejos directivos y el gobierno.
Ante el panorama actual, ¿cuál es el rol del FIT?
Lo importante es que el Frente de Izquierda esté en la calle todo el tiempo para mostrarle a la población en torno a qué fuerza política puede encontrar una salida, y que lo haga sin especular, como pasa con otras fuerzas del Frente, en hacer alianzas con los kirchneristas, porque entonces mucha gente podrá decir que es siempre lo mismo. Ellos transan por todos lados y fingen ser opositores, pero no tienen relevancia, se están desgranando, y si ocultamos la personalidad de la izquierda en un frente de este tipo, la gente no va a vernos como un polo capaz de atraer frente al derrumbe de los partidos tradicionales.
Habrá que recorrer permanentemente la calle, dando charlas y haciendo actividades como la de hoy. Estar permanentemente frente a la población en estas circunstancias.
Por Alejo Porjolovsky