Trabajadores de la empresa, de capitales chilenos, iniciaron una huelga porque les pagan por debajo del convenio colectivo. “Lo que está pasando es muy grave”, denunciaron desde el sindicato.
Algo huele mal en Loma Verde. La empresa de champiñones Abrantes está inserta en medio de un conflicto que tiene a sus trabajadores en huelga por tiempo indeterminado. Tras varios meses de pedir mejoras en las condiciones laborales, este martes los empleados decidieron bloquear la entrada a la planta y manifestarse sobre la autopista Panamericana.
La fábrica está ubicada a la altura del kilómetro 52,500, a cuatro cuadras de la Colectora Oeste, sobre la calle Los Tulipanes. Los empleados, nucleados bajo el ala del Sindicato Argentino de Trabajadores Horticultores y Agrarios (SATHA), en la mañana del martes decidieron hacer visible su reclamo obstaculizando la entrada y salida de camiones en la puerta de la planta.
Ante tal panorama, primero aparecieron las fuerzas policiales para correr del lugar a los manifestantes; luego la protesta se movió a la autopista y allí fue la Gendarmería quien también disipó al grupo de trabajadores en no muy buenos términos, según denunciaron desde SATHA.
“Desde dentro de las instalaciones sacaron una topadora para ‘disuadir’ a los manifestantes, sumado al apriete policial, por lo que no quedó más remedio que cortar un tramo de la Panamericana. Nos corrieron en forma ilegal, sin ninguna orden judicial que los avale”, afirmó el secretario general de SATHA, Gustavo Arreseygor.
“Lo que pasa en Abrantes es muy grave. La empresa se niega a cumplir con lo establecido por el convenio colectivo firmado con el Ministerio de Trabajo. Estas protestas son una respuesta a la intransigencia de los directivos de la empresa a la hora de negociar”, sostuvo el gremialista.
Por lo pronto, los trabajadores anunciaron que marcharán a la cartera de Trabajo para pedir una mediación ante este conflicto. Además, dijeron que radicarán una denuncia por el accionar de la policía en la manifestación con la esperanza de que, aunque sea, puedan reclamar en paz.
Malestar en el vecindario
Desde el año pasado, vecinos aledaños a la planta productora de hongos vienen quejándose por una supuesta contaminación ambiental por parte de la empresa, señalando que arrojan agua podrida a la calle y que eso genera un olor nauseabundo en la zona.
“El problema principal es que tiran el agua a la calle. Las camas de los hongos las traen del hipódromo y están llenas de orín y vacunas de caballo. Además, están contaminadas por los químicos que utilizan para la producción. El agua que le tiran la cambian todos los días y después la vuelcan a la calle”, afirmó una vecina.
Líder en el rubro
Abrantes S.A. es una empresa de capitales chilenos que desde 1993 está instalada en Loma Verde y produce cerca de 100 mil kilos de hongos por mes, abasteciendo al 45% del mercado nacional.
Su planta está entre las cinco más modernas de Sudamérica y la historia de su radicación en Escobar es muy curiosa: sus dueños llegaron con la idea de comprar una champiñonera ubicada en El Cazador, pero ante la falta de acuerdo en las negociaciones decidieron montar su propia planta.
La empresa cultiva hongos en el país trasandino desde 1981. En su planta de Loma Verde, donde trabajan más de 100 personas, se producen dos variedades: el champiñón blanco y el Portobello.