El techo del característico pasaje apareció destruido y tirado en el piso, sin que nadie sepa a ciencia cierta qué pasó. Los vecinos culpan a los nuevos emprendimientos urbanísticos de la zona y al Municipio.
Los vecinos de Ingeniero Maschwitz se despertaron este martes con una noticia indignante: la rotura del techo del emblemático puente de “La Arenera”, que cruza el arroyo Escobar, el cual permanecerá clausurado hasta que sea reparado.
La sombría imagen que dio cuenta del suceso corrió como reguero de pólvora por las redes sociales, principalmente por las páginas de Facebook que nuclean a los vecinos del Pueblo de las Artes, quienes no dudaron en apuntar y descargar todos sus dardos contra los nuevos emprendimientos urbanísticos de la zona.
“Iban las familias a pasar el día entero, un lugar donde lo único que se podía escuchar era el agua del arroyo Escobar chocando contra las piedras y el viento deslizándose por la copa de esos enormes árboles centenarios. Ahora lo único que se escucha es el sonido de las maquinarias trabajando del otro lado del puente, destrozando todo”, expresó un vecino, a tono con la mayoría de las quejas en contra de las obras que utilizan el puente para cruzar materiales desde Maschwitz a Escobar, o viceversa.
Por lo pronto, nadie sabe a ciencia cierta el motivo por el que el techo apareció sobre el suelo. Hay quienes dicen que fue derribado por una camioneta que intentó pasar sin tener en cuenta la altura del puente. Por eso, los vecinos van a solicitarle al adyacente Club de Campo Los Horneros las filmaciones de sus domos para intentar comprobar esta versión.
Otra hipótesis está vinculada a la falta de mantenimiento que sufría el pintoresco puente de madera y chapa ubicado sobre la calle Sucre, a 200 metros del Centro Universitario Regional. En los últimos tiempos esta situación se hizo mucho más notoria y algunos transeúntes ya habían alertado sobre un posible derrumbe ante la ausencia de los tirantes horizontales -cabriadas- que sostenían el techado y supuestamente fueron “serruchados para que pase maquinaria pesada del otro lado”.
Quizás fue una combinación de ambas variables, pero lo que sí se sabe con certeza es que hasta que las autoridades municipales no levanten una nueva cubierta -por ahora, solo removieron la destruida- la ciudad de Ingeniero Maschwitz no sólo que contará con un camino menos sino que también perderá a uno de sus principales y más emblemáticos atractivos.