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Pese a la diferencia de categoría con el Tatenque, el equipo de Maschwitz peleó de igual a igual hasta el final y hasta estuvo cerca de igualarlo. Los dirigidos por Madelón jugarán en 16avos contra Gimnasia y Esgrima La Plata.
La Copa Argentina regala estas cosas que la hacen tan atractiva. David y Goliat, el equipo modesto del ascenso ante el que juega en primera división, encarnados por Armenio y Unión, se veían las caras para dirimir el pase a los 16avos de final en Córdoba. Pese a que el encuentro no terminó como el famoso mito y Unión ganó 2-1, el tricolor mostró una buena actuación y murió de pie en la cancha de Instituto ante un conjunto futbolísticamente superior.
Cualquier análisis previo al partido se fue por la borda en apenas diez minutos de juego. El gol de Ignacio Malcorra, ante la floja respuesta de la defensa y las dudas para salir de Álvaro Villete, echó por tierra el planteo del conjunto maschwitzense. El Tatengue de Leonardo Madelón era superior en el juego y lo plasmaba en el resultado.
Federico Domínguez sorprendió con los ingresos de Facundo Álvarez y José Luis Gómez en el once titular. Por lesiones o ausencias, ambos jugadores llevaban bastante tiempo sin aparecer en el primer equipo, aunque sus inclusiones terminaron dándole la razón al DT.
En los últimos minutos de la primera etapa el nivel de los santafesinos fue decayendo a la par que el conjunto del barrio San Miguel se animaba a más. El partido crecía en una ida y vuelta frenético del que la escuadra de Maschwitz sacó sus dividendos.
Tras una salida temeraria de Nereo Fernández, Armenio ganó un tiro libre frontal al borde del área. José Luis Gómez remató, el arquero dio un rebote largo y Álvarez definió de zurda. Los dos cambios más sorpresivos de Domínguez conseguían el inesperado empate.
Parecía que Armenio podía soñar con algo más, pero el inicio del complemento fue demoledor: a los 4 minutos, Nelson González y Britez aprovecharon la pasividad de la defensa rival para habilitar a Martín Fabro, quien sacó un derechazo que se coló entre las piernas de Villete.
Otra vez el tricolor tuvo que salir a remontar el marcador. Aún quedaba gran parte de la segunda etapa, pero las chances de gol se fueron esfumando al igual que el tiempo. La más clara la tuvo Alvarez, en un mano a mano que ganó el 1 de Unión. Los ingresos de Matías Greco, Nicolás Monje y Federico Ortiz López no gravitaron. Solo el déficit defensivo de un Tatengue visiblemente cansado por el trajín de la temporada, más los errores de Fernández en el arco, mantenían encendida la luz de la esperanza.
Pero el tiempo se consumió, Ariel Penel marcó el final y Unión de Santa Fe clasificó a los 16avos de la Copa Argentina, donde enfrentará a Gimnasia de La Plata. Nada que reprochar para Armenio, que se la bancó de igual a igual ante un equipo netamente superior y murió de pie y con las armas en la mano.
Por Alejo Porjolovsky