SR. DIRECTOR:
El 30 de diciembre de 2014 viajaba hacia mi casa y en la calle César Díaz y las vías del tren una pesada rama de más de 40 centímetros de circunferencia se cayó sobre mi auto Volkswagen Fox, como pueden apreciar en esta primera foto.
Luego que salí de entre las ramas pude tomar la foto, gracias a mi auto que sirvió de escudo para poder contarles esta historia. Porque puedo asegurarles que estaría muerto, como afirman los testigos en el expediente 171362/15 en la Municipalidad de Escobar, si hubiera caído sobre mí.
Aprecien la dimensión del árbol y la magnitud del evento en la segunda foto. Si estos árboles hubieran sido podados como lo fueron los de la ruta 26 camino a Pilar por el Municipio de Escobar, sabiendo que los Melía Azedarach (paraísos), aunque son un árbol resistente, tienen dos debilidades: sus ramas crecen desmesuradamente y se caen y al cabo de 20 años sus raíces poco profundas inclinan al árbol.
Esto lo saben en el Departamento de Espacios Verdes del Municipio, de modo que no hay forma de excusar su responsabilidad por causa ajena, o de un tercero, o por quien deba responder, en caso fortuito o fuerza mayor.
Mi reclamo está basado en el Código Civil, artículos 1113, 1069 y 1078, todos los daños han sido especificados mediante notas y fotos del desgraciado suceso, pero hasta la fecha no hemos recibido una respuesta al pedido de resarcimiento.
Que sirva de testimonio para todos aquellos que quieran ser precavidos y deseen no lamentarse después, que sirva para cuidarnos de las negligencias de aquellos que tienen la cosa pública a su cuidado, que sirva para ayudar a los que tienen la autoridad para protegernos para que hagamos las cosas bien.
Víctor Hugo Burgos (Belén de Escobar)