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“Quiero disculparme por cualquier expresión que haya lastimado al intendente y su entorno familiar”, expresó Sujarchuk.
Tras haberlo acusado de mentiroso serial y hasta aconsejarle “que revise lo que está tomando porque lo lleva a delirios y fantasías», Ariel Sujarchuk dio un paso atrás y terminó disculpándose por sus exabruptos con el intendente de Escobar.
Dos días después de sus duras declaraciones, el precandidato a intendente del FPV emitió un comunicado de prensa buscando ponerle paños fríos a la álgida controversia con Sandro Guzmán. “Quiero disculparme por cualquier expresión que, en el fragor del debate de proyectos, haya lastimado al intendente y su entorno familiar”, se excusó.
Según trascendió, el funcionario de Alicia Kirchner visitó al intendente en su casa -viven en el mismo country de Loma Verde-, donde mantuvieron una extensa conversación en la que “zanjaron diferencias y aclararon desacuerdos”.
“Fue una charla sincera entre dos personas adultas que comparten un mismo espacio político, pero que mantienen sus diferencias en la manera de gestionar y trabajar por el bienestar general de los vecinos de Escobar”, explicó Sujarchuk.
También anunció que ambos llegaron a “un acuerdo de no agresión personal entre caballeros”, con la idea de consolidar “una campaña limpia y sin ataques para debatir en profundidad las ideas y caminos con los que solucionaremos los verdaderos problemas de los vecinos de Escobar”.
Casi en simultáneo, Guzmán utilizó su página de Facebook para dar a conocer el cese de hostilidades con Sujarchuk: “Ambos limamos algunas asperezas generadas en los últimos meses, teniendo en cuenta nuestras diferencias”.
Sobre sus declaraciones del pasado jueves, en las que reveló ser socio comercial de Sujarchuk, el jefe comunal expresó: “Respondí la pregunta de un periodista sin intención de molestarlo y me disculpé. El también lo hizo conmigo por algunos dichos desafortunados”.
“Acordamos seguir trabajando en un clima de respeto, sin agravios ni ataques personales”, concluyó el intendente, bajándole así los decibeles a un cruce que dejó muchos interrogantes abiertos, aunque ambos protagonistas decidieron cerrarlos con un pacto de silencio.
