El ex luchador de kick boxing Jorge “Acero” Cali decidió declinar su postulación a la Intendencia de Escobar por el Frente para la Victoria para apoyar la precandidatura de Ariel Sujarchuk, en un giro inesperado que se formalizó este miércoles a la noche durante un encuentro de militantes en Garín.
“Los dos queremos lo mejor para Escobar”, afirmó Cali al anunciar su repentino paso al costado ante más de doscientas personas que participaban de un plenario de militantes de la agrupación política HACE, que responde a Sujarchuk.
Por su parte, el funcionario del Ministerio de Desarrollo Social le dio la bienvenida a sus huestes y arengó a la tropa a redoblar esfuerzos de cara a las elecciones primarias de agosto, en las que deberá enfrentar al actual intendente Sandro Guzmán.
La sorpresiva decisión de Cali llamó la atención de propios y extraños. No tanto porque estuviera fuera de los planes que abandone la contienda antes de tiempo -hipótesis que se reforzó cuando a sus magros números en las encuestas se le sumó el regreso de Guzmán al kirchnerismo, con el explícito respaldo del gobernador Daniel Scioli- sino porque hasta apenas hace unas horas seguía mostrándose muy activo, con apariciones en los medios, presencias en los barrios y publicaciones en las redes sociales.
De la misma manera, su apoyo a Sujarchuk -por ahora no se sabe qué rol cumplirá en la campaña ni si armarán una lista conjunta- rompió con todos los pronósticos y no fue precisamente una noticia muy fácil de digerir en las filas de HACE, donde muchos se preguntan qué rédito les dejará la movida.
Todavía más confusión al asunto agregaron las místicas expresiones de Cali apenas salió del encuentro con Sujarchuk: “Amigos, quiero que sepan que nunca les fallaré. Y si cada paso que doy para avanzar los sorprende, quédense tranquilos, que solo nos está llevando a la victoria. Los amo con todo mi corazón y confíen en quien los conduce”, publicó en su perfil de Facebook.
Así, el otrora campeón de artes marciales mixtas terminó bajándose del ring antes de que comience el combate, dejando atrás una campaña llena de desaguisados y con tintes altamente bizarros.