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Aunque no lo anunció públicamente, es un secreto a gritos que Sandro Guzmán se postulará a un tercer mandato.
En los últimos días comenzaron a circular con fuerza en los corrillos políticos diversas versiones sobre un futuro supuestamente incierto del intendente Sandro Guzmán, quien estaría evaluando la posibilidad de irse del Frente Renovador ante la caída de Sergio Massa en las encuestas presidenciales y no descartaría regresar a las filas del Frente para la Victoria.
La diáspora de aliados del tigrense comenzó con el alejamiento del radical Gustavo Posse, que se acercó al PRO con la esperanza de que Mauricio Macri lo habilite para enfrentar a María Eugenia Vidal en las elecciones primarias. En la misma dirección que su padrino político se movió el senador escobarense Roberto Costa, quien plantó la bandera del bloque Juntos por Buenos Aires en la Cámara alta bonaerense.
Otros con más ganas de pegar el portazo que de quedarse en el massismo serían los intendentes de Hurlingham, Luis Acuña, y de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Ambos también estarían evaluando la opción de sumarse al PRO, según publicó esta semana el portal de noticias La Política Online. Si esto ocurre, no habría de extrañarse que Guzmán los acompañe en el salto, teniendo en cuenta su incondicionalidad con Cariglino.
Aunque el intendente de Escobar participó de la última cumbre del Frente Renovador en Junín y no deja de mostrarse al lado de Massa, también circularon con particular insistencia rumores sobre un posible regreso suyo al kirchnerismo.
De esta eventual reconciliación del alcalde escobarense con el Frente para la Victoria, al que abandonó en 2013, dio cuenta el diario Diagonales, de La Plata: «Guzmán está preocupado por la baja de popularidad del tigrense y volvería al FpV para pelear mano a mano las internas abiertas a Sujarchuk», afirma el artículo.
Por lo pronto, las últimas encuestas, que ubican a Massa en un tercer lugar, ya lejano de un ballotage, sumado a que no logró hacer pie en el interior del país ni consiguió un candidato en Capital Federal, están dejando en un estado endeble la estructura y el potencial del Frente Renovador, situación ante la cual parece que todo puede llegar a pasar.
