En una situación con ribetes insólitos y preocupantes, el Municipio decidió dar marcha atrás con la repavimentación de la calle Spadaccini ante el reclamo de un puñado de comerciantes que se manifestaron perjudicados por el cierre de esa arteria durante el desarrollo de la obra.
Desde la semana pasada que el Municipio venía informando sobre el inicio de la repavimentación con hormigón armado de la derruida calle que va desde la terminal de ómnibus al Jardín Japonés. Tal como se anunció, el lunes la arteria amaneció cerrada al tránsito vehicular, pero en horas del mediodía fue reabierta sin mediar explicación oficial.
Tan inaudito es el caso que en la Comuna, al menos hasta ahora, prefirieron guardar silencio y no informar ni la suspensión de la obra ni los motivos. Sin embargo, fuentes de la Secretaría de Infraestructura revelaron a EL DIA de Escobar que un puñado de vecinos de Spadaccini al 900 y al 1000 juntaron firmas para quejarse porque el cierre de la calle les generaría un perjuicio económico en sus negocios.
Sin más, ante esa minúscula oposición, en el Ejecutivo decidieron dejar todo como estaba y postergar para otro momento, en el mejor de los casos, la reparación integral de una de las calles más transitadas y también en peores condiciones de la ciudad. Increíblemente, el interés de un reducido grupo de comerciantes fue suficiente para doblarles el brazo a las autoridades y pasar por encima del bien común.
Entretanto, las máquinas y el personal que iban a trabajar en Sapadaccini se trasladaron a la calle Alberdi, entre Tapia de Cruz y Travi, para realizar la repavimentación del tramo que pasa frente al Centro Cívico y al Jardín Japonés, al cual el Municipio le festejará en octubre su 45º aniversario.
También permanece cortado el tránsito en Spadaccini al 1100, entre Bernardo de Irigoyen y Alberdi, donde solo hay dos comercios, ya que se realizarán algunas mejoras en la superficie asfáltica.