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Más de la mitad de los 67 trabajadores despedidos ya arreglaron una indemnización con la empresa autopartista.
El conflicto por los despidos en la autopartista Gestamp tomó un nuevo cariz luego de que el gobierno bonaerense haya decidido revocar este martes a la noche la conciliación obligatoria que había dictado apenas tres días antes. La medida permitió que la empresa no reincorpore a ninguno de los 67 operarios cesanteados.
Aunque sin esperanzas de que se les permitiera entrar, esta mañana los trabajadores que vienen llevando a cabo el reclamo se presentaron una vez más en la puerta de la fábrica para intentar incorporarse a sus puestos de trabajo. “Fue un formalismo. Se presentaron en forma pacífica a fin de que sea la empresa la que les impida el ingreso y no sean ellos quienes abandonen sus puestos”, explicó el abogado defensor de los despedidos, Leonardo Sinistri.
Tras la conciliación acordada el sábado, el lunes la fábrica estuvo cerrada por supuestas razones de “seguridad e higiene” y el martes volvió a funcionar, pero los cesanteados no pudieron entrar porque los mandaron a hacerse exámenes médicos a un sanatorio porteño, lo que finalmente quedó en evidencia que era una maniobra de la empresa para ganar tiempo hasta llegar a este nuevo escenario.
Fuentes de la Gobernación explicaron que la decisión de revocar la conciliación obligatoria -que obligaba a las partes a sentarse a dialogar por un término de hasta 15 días- se adoptó por entender que el conflicto pasó a ser “pluripersonal” y no por Convenio Colectivo de Trabajo.
“La mayoría de los trabajadores afectados no son sindicalizados”, apuntaron, por lo que los problemas a considerar no son generales sino particulares.
El ministro de Trabajo, Oscar Cuartango, había estado el sábado en la planta de Gestamp al dictar la conciliación.
La resolución de Trabajo fue duramente cuestionada por sectores de izquierda. “Es la primera vez que vemos que un Gobierno revoca una conciliación obligatoria a tres días de haberla dictado”, expresaron los diputados del PTS Christian Castillo y Nicolás del Caño.
Aún sorprendidos por la decisión, los operarios en lucha –cerca de 30, ya que el resto abdicó o llegó a un acuerdo indemnizatorio- estudian por estas horas los pasos a seguir. En el plano laboral, comenzaron a elaborar un recurso de amparo para presentar este jueves ante la Justicia, en reclamo de que se restituya la conciliación obligatoria y se fuerce a Gestamp a reincorporar a los despedidos.
Pero la presentación del escrito podría demorarse más de lo pensado: la defensa tenía problemas para encontrar antecedentes y jurisprudencia de casos en que un gobierno haya tomado una medida similar.
En el plano gremial, los operarios despedidos buscarán la mayor cantidad de adhesiones posibles para rechazar la acción de la administración de Daniel Scioli. Por eso este miércoles a la tarde realizarían una conferencia en el hotel Bauen para denunciar a la Provincia y mostrar el respaldo de agrupaciones de izquierda, organizaciones de Derechos Humanos y comisiones internas de distintas fábricas.
