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Durante dos horas, los vecinos cortaron las dos manos de la autopista Panamericana sobre el puente de Garín.
Garín está que arde. El brutal asesinato del joven de 15 años Juan Carlos López, ocurrido el martes, no hizo más que colmar la capacidad de paciencia de la gente ante una escalada de asaltos a comercios y viviendas que tiene atemorizada a toda la comunidad.
Por eso, este viernes a la noche más de un centenar de vecinos que participaron de una marcha hasta la comisaría terminaron cortando la autopista Panamericana durante dos horas, para que su reclamo de seguridad trascienda las fronteras de la localidad y tenga alguna respuesta concreta.
La presión ejercida a través del corte total de la autopista, que comenzó minutos después de las 20, dio como resultado que se apersonara en el lugar el jefe departamental de la Policía, comisario inspector Carlos ALvarez, quien conversó con los manifestantes y prometió medidas. Entre ellas, reforzar el personal de la fuerza en la localidad, realizar una serie de procedimientos y seguir pidiendo la presencia de Gendarmería en la zona.
La movilización había comenzado a las 18, desde la estación de Garín. La gente fue hasta la comisaría y se enardeció al encontrarla vallada. Entonces, tiraron abajo las vallas y se hicieron camino hasta la seccional, donde fueron recibidos por el comisario Pino y el jefe distrital, Gabriel Romera.
Disconformes tras el diálogo con las autoridades, comenzaron un piquete en la esquina de la avenida Belgrano y Padre Perna, donde quemaron cubiertas algunas maderas y basura. Fueron apenas unos 15 minutos, hasta que decidieron dirigirse hasta el puente de Garín y hacer más visible allí su reclamo.
Sin más incidentes que el caos de tránsito que generó la interrupción de ambas manos de la Panamericana, la protesta concluyó poco después de las 22 y se convocó a una nueva marcha para el próximo viernes.
Fotografía: El Garinense
