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Este martes 4 de marzo se cumplen 137 años del día en que el rematador Lisandro Medina, prestigioso vecino de la localidad de San Martín, dio comienzo al primer remate de los terrenos que conformaban el trazado del pueblo de Belén, el que se ubicaba en parte de los campos de la antigua pobladora de la región, la benemérita y piadosa matrona: doña Eugenia Tapia de Cruz.
Ese amanzanamiento, cuyo histórico remate dio comienzo el domingo 4 de marzo de 1877 a partir de las 10 horas, según constaba en el afiche con el cual se publicitó el mencionado hecho comercial, se extendía a ambos lados de las vías del ferrocarril, que desde hacía algún tiempo unían Buenos Aires con Campana, y tenían como central referencia la parada que la empresa constructora había denominado Escobar, en cuyo lugar, poco tiempo después, se construiría la primitiva estación.
El por entonces denominado Ferrocarril de Buenos Aires y Campana, cuyo tendido había comenzado en 1874, inició su servicio regular el 22 de abril de 1876.
A partir de aquel lejano domingo 4 de marzo de 1877, en que por mandato de su propietaria se comenzaron a vender los lotes del nuevo paraje, se hizo conocida la denominación del mismo como: pueblo de Belén (ubicado en el partido de Pilar), que algunos meses después comenzaría a figurar en los títulos de propiedad de los pobladores iniciales del lugar.
Aquel caudal de pioneros vecinos lo conformaron muchas familias de la zona, quienes tenían sus posesiones en los campos aledaños a los de doña Eugenia, como así numerosos inmigrantes, en su gran mayoría italianos, los cuales al poco tiempo comenzarían a construir sus viviendas y a instalar los primeros comercios.
Aquel trazado inicial constaba de 80 manzanas, cuyos límites daban al Este con los campos de doña Justa Giles y al Oeste con los de los herederos de don Juan Olivera, todos ellos antiguos convecinos de la fértil campaña circundante.
Por Alfredo Melidore
historiandoescobar@hotmail.com
