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El peruano Rinaldo Cruzado ya definió ante la desesperada salida de Hernández para marcar el empate transitorio.
Al final, la hazaña de vencer al último subcampeón del fútbol argentino, que en los papeles podía parecer casi una utopía, estuvo ahí nomás. Armenio le hizo partido al equipo alternativo que presentó Newell’s, lo sorprendió abriendo el marcador con un gol madrugador y estuvo cerca de llevar la definición a los penales. Pero la Lepra, con más oficio que jerarquía y juego, se impuso 2-1 y consiguió la clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina. Para el tricolor, no obstante, queda el orgullo de haberle jugado de igual a igual a uno de los grandes de la primera división y dignificar una caída que, en términos de merecimientos, podría considerarse injusta.
El partido arrancó con mucha intensidad y fue Armenio el que rió primero. Recién se jugaban tres minutos cuando López sacó un fuerte remate de derecha desde 35 metros, Peratta dio rebote y Pacheco no tuvo más que empujarla de cabeza para llenarse la boca de gol y hacer estallar de alegría a los cien hinchas que viajaron mil kilómetros para alentar al tricolor en el Bicentenario Ciudad de Catamarca.
Pero la reacción del rojinegro no tardó en llegar. A los 8’ Cattáneo intentó despejar un envío aéreo de Muñoz pero su cabezazo le cayó en los pies a Cruzado, que quedó cara a cara con Hernández y resolvió con un toque suave de derecha al segundo palo.
Pintaba para partidazo, pero a partir de ahí el trámite decayó en un pozo donde ninguno de los dos consiguió asociar juego y se repartieron errores por partes iguales. Armenio, que logró pelear el partido en el mediocampo, se mantuvo ordenado atrás y supo complicar a los rosarinos, muy imprecisos en sus salidas. En la única clara, Cozzoni hizo revolcar a Peratta con un remate de media distancia que el arquero desvió al córner.
El complemento seguía con la misma tónica, aunque Newell’s asumió un mayor protagonismo y pudo desequilibrar tras un envío al área de Bernardi para Muñoz, que desbordó y dejó a Urruti de cara al arco para anotar el 2-1 superando el desesperado cierre de la defensa tricolor.
Tras asimilar el impacto y sin desesperarse, Armenio empezó a ser más incisivo en sus avances y estuvo a tiro de la igualdad. Un zurdazo de Rojas que encontró bien parado al 1 leproso, una media vuelta de Ramos que se fue besando el poste derecho, un cabezazo de Villalba que cayó en el techo del arco y un remate apenas elevado de Peralta pudieron haber modificado la historia y llevar la definición a los tiros del penal.
Newell’s, por su parte, intentó jugar con las urgencias de Armenio y apostó al contragolpe para ampliar la diferencia en el marcador, pero sólo tuvo una oportunidad en el último minuto de descuento, con el arco libre porque Hernández había ido a cabecear un córner, y la desaprovechó.
Así, el sueño de dar el batacazo eliminando al poderoso equipo rosarino, clasificar a los octavos de final del certamen y hacerse de un premio de 240 mil pesos no pudo ser para el conjunto de la colectividad, que cayó con la frente muy alta, dignamente, respetando su identidad de juego y sin amilanarse ante un rival dos categorías superior y de rodaje internacional.
Pese a esta derrota, la primera en el año para el tricolor, que venía con una racha de diez partidos sin tropiezos -3 victorias y 7 empates-, el balance de esta segunda edición de la Copa Argentina, en la que superó tres llaves, es altamente satisfactorio para el club de la colectividad, que ahora deberá focalizarse en el campeonato de la B Metropolitana para alcanzar el lote de equipos que disputarán el segundo ascenso.
Por su parte, el equipo de Gerardo Martino esperará rival del cruce entre Talleres y Sportivo Belgrano, que se enfrentan el 8 de mayo en Córdoba.
