En cualquier gobierno, pocos funcionarios logran perdurar en el mismo cargo durante cinco años. Por eso, María Gabriela Pérez Jiménez podrá jactarse de haber alcanzado la marca como jefa de la Dirección General de Comunicación Social del Municipio de Escobar. Sin embargo, y cuando tenía por delante una nueva misión, que ya había aceptado, repentinamente decidió presentar su renuncia y alejarse de la gestión de la que forma parte desde el mismo día en que Sandro Guzmán inició su primer mandato en la Intendencia de Escobar, el 10 de diciembre de 2007.
La multifacética y tenaz funcionaria -en la práctica, poco menos que una virtual secretaria de Gobierno- había sido designada para estrenar la Subsecretaría de Cultura, con la consigna de imprimirle una fuerte dinámica al área que (¿interinamente?) sigue estando en manos de Gustavo Issetta. El decreto con su nombramiento entró en vigencia a partir del último 1º de diciembre, pero a la hora de mudar su despacho Pérez Jiménez cambió de parecer y decidió presentar su renuncia indeclinable. A partir del 1º de febrero ya no se la verá por el Palacio Municipal.
Así lo confirmó ella misma a EL DIA de Escobar, aunque no quiso dar declaraciones. Empero, aclaró que su dimisión se debe a estrictas cuestiones personales. “Me sentía agotada, desbordada por el volumen de trabajo, sentía que ya no estaba siendo útil y que necesitaba oxigenarme, ver las cosas con más perspectiva”, explicó la técnica superior en Ciencias de la Comunicación egresada en 1994 de la Escuela del Círculo de la Prensa.
Según contó, su idea no es dejar de colaborar con la gestión de Guzmán, a la que llegó recomendada por el jefe de Gabinete, Walter Blanco. “Vivo a seis cuadras del Palacio Municipal y estoy para lo que me necesiten”, afirmó Pérez Jiménez, quien no descartó reaparecer durante el año prestando sus servicios cuando se largue la carrera electoral.
Juan Carlos Papa, el reemplazante
Desde el 1º de febrero, el despacho de Pérez Jiménez será ocupado por Juan Carlos Papa, con quien ya mantuvo una reunión para encaminar el proceso de transición.
El futuro responsable de Comunicación Social ha demostrado condiciones de todo terreno desde que se integró al Ejecutivo. Debutó en la gestión de Guzmán como director de entidades de Bien Público y después quedó al mando de las patrullas municipales, aunque desde la creación de la Secretaría de Seguridad, a cargo del comisario Walter Gómez, su rol había comenzado a desdibujarse.