El compositor y cantante garinense Federico Pecchia presentó oficialmente este viernes 28 su segundo trabajo discográfico, De Acordes y Flores, en el teatro Seminari. El show, con una puesta en escena a todo trapo, contó con la presencia de varios artistas invitados y una cantidad de espectadores que colmó la sala de la calle Mitre.
Si bien el inicio estaba estipulado para las 21, Pecchia apareció en el escenario cuarenta minutos después, matando la ansiedad de todos los presentes y comenzando un show que sería espectacular. El recorrido por el repertorio de su nuevo álbum arrancó con una maravillosa interpretación instrumental del tango Adiós Nonino, haciendo emocionar de entrada nomás al público.
El músico comenzó el show -con todas las letras- de manera solista, demostrando toda su calidad a la hora de manipular la guitarra, pero luego invitó para desarrollar junto a él prácticamente todo el concierto a tres artistas miembros del grupo Ella es Latinoamérica que lo acompañaron en bajo, órgano y batería mediante. “Es hermoso compartir el escenario con ex alumnos míos y artistas de Escobar”, dijo al presentarlos. Más tarde invitaría a Lara Philibert -cantante de dicho grupo-, Emiliano Colta y Lucía Carabajal para hacer los coros en algunos temas.
El espectáculo fue un espejo de lo que es su nuevo trabajo discográfico, interpretando canciones -en su mayoría de propia autoría- de géneros tan variados y disímiles como el tango, el folclore y el son cubano, pero siempre girando alrededor del eje temático que cruza toda la producción: la cruda realidad social que atraviesan millones de personas en el planeta, realizando además una fuerte crítica al sistema capitalista en el que vivimos y que “no nos deja decidir por nosotros mismos”, argumentó.
Temas como Caja Sonora -que cuenta con la voz de Rodrigo de la Serna en el disco-, Miedo, En el azul celeste -homenaje a María Elena Walsh- y Canción del Agua -no incluida en el CD-, que aborda la problemática del recurso natural que “nadie cuida y escasea”, fueron algunas de las canciones más aplaudidas y con fuerte sentido crítico.
Pero la sala del Seminari se estremeció de punta a punta y el recital atravesó uno de los momentos más álgidos cuando el músico garinense interpretó Madres del Paco, en homenaje a la madre fundadora de esta institución, previa reflexión sobre esta temática que emocionó a más de uno. “No se puede no sentir el dolor del otro.Madres del Paco somos todos”, expresó.
Pasado el momento más fuerte y emotivo del concierto, llegaría la hora de escuchar los ritmos más alegres y contagiosos para bailar, como El Cuándo, llevado adelante con una puesta en escena completa, ya que los bailarines Mauro Dellac y Vanesa Méndez -que representarán a Escobar en el tradicional festival de Cosquín- le sacaron lustre a las tablas mientras Pecchia la rompía con su voz.
Más tarde sería el momento de bailar en las butacas llevados por la pasión de los ritmos cubanos -influenciado por sus viajes a la isla- y de escuchar el corte de difusión del disco: Desde el mismo centro de la flor, para el cual el cantautor pidió la colaboración de todos para corearlo y “para que se vayan sabiéndolo”.
Sin embargo, el clímax del espectáculo llegaría de la mano de una nueva canción folclórica que hizo levantar y quemar las manos del público, ya que estuvo acompañada por la actuación de la bailarina Emilce Marcolongo, que realizó una perfomance de excelencia con sus boleadoras que golpeaban el piso al son de los acordes de Pecchia. Impresionante.
El recital se extinguiría entre risas y aplausos y como había comenzado dos horas atrás, con un sólo de guitarra de Federico que se mostró muy emocionado y agradecido con la gente que reventó el teatro -fue su primer recital allí- y también con el intendente Sandro Guzmán, “sin el cual no hubiese sido posible tamaña puesta”.
El garinense cerró lo que fue una velada estupenda y como más le gusta, a pura guitarra, presentando oficialmente de esta manera De acordes y Flores.
Presente y futuro
Tras bambalinas y tan feliz como extenuado, Federico Pecchia conversó amablemente con el El DIA de Escobar sobre sus sensaciones al tocar en el pago y para su gente: “La verdad que estuve todo el día emocionado y desbordado, es muy fuerte tocar acá, me dio más miedo que tocar en Cosquín ante 8.000 personas”, expresó.
El Seminari fue el punto de partida de este nuevo disco, que ahora comenzará a girar por el interior del país y posiblemente por diferentes partes del mundo.
Además de trabajar como profesor en el Conservatorio Municipal de Música, desde hace tres meses Pecchia participa en la Campaña de la Naciones Unidas “Únete” contra la violencia de género y en este marco va a estar viajando próximamente por Latinoamérica, lo que le posibilitará llevar su música por doquier.
Está claro que el compromiso social que el cantautor garinense refleja claramente en su segundo disco va más allá de la obra musical, y su interés genuino por las problemáticas sociales lo pintan de pies a cabeza.