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Actualmente, el sueldo básico de un municipal es de $2.000.
En su resolución de agosto, el Consejo del Empleo estableció que el sueldo mínimo, vital y móvil para los empleados del Estado Nacional sea de $ 2.670 a partir del 1º de septiembre y de $ 2.875 desde el 1º de febrero de 2013. Pero la realidad de los agentes municipales de Escobar dista bastante de esos importes. Con el aumento que el Ejecutivo local otorgó a principios de este año, el básico apenas llega a dos mil pesos. Por eso ya se empieza a hablar de posibles aumentos y porcentajes tentativos, una cuestión en la que el concejal kirchnerista opositor José Rognone metió la cuña al impulsar un proyecto para que el intendente Sandro Guzmán incremente en un 30% los salarios del personal.
En su presentación, “Coty” Rognone (Peronismo Doctrinario) advirtió que de no darse un aumento los sueldos de los empleados municipales se depreciarán al punto de “solo representar el 69,5 % del salario mínimo, vital y móvil” en febrero de 2013, al tiempo que trazó una radiografía de la crítica situación en la que se encuentran muchos trabajadores de la Comuna.
Dentro de ese panorama denunció la existencia de una modalidad de becados que “no figura en la ley 11.757 (Estatuto del Trabajador Municipal)”. Por esa vía, la administración comunal contrata personal sin pagar “aportes jubilatorios ni seguro u obra social”. En un contexto poco más favorable se encuentran cientos de trabajadores de la planta temporaria, quienes sí tienen cargas sociales pero no pueden “acceder a créditos financieros, que es una herramienta casi indispensable de los trabajadores municipales para mejorar su calidad de vida y afrontar gastos básicos”.
Rognone señaló que, además, los empleados de la planta temporaria son obligados a realizar tareas que corresponden al personal efectivizado y mantenidos en una situación de constante incertidumbre laboral -incluso durante varios años- con contratos trimestrales.
Como agravante de esta situación de precariedad y magros salarios que caracteriza a la Comuna, el concejal del bloque Peronismo Doctrinario aludió al generalizado recorte de horas extras, con las cuales “los empleados mitigaban las consecuencias de padecer sueldos insuficientes”.
En la argumentación de su proyecto el edil saviense tampoco pasó por alto las versiones sobre “despedidos masivos de personal que ocurrían a fines de año” y respecto de los que arriesgó que “no estarían motivados por razones laborales, sino por manifestaciones o actividades políticas fuera de la jornada laboral y en discrepancia con la actual gestión”.
Por lo expuesto, propuso un aumento del 30% en los salarios básicos y una suma no remunerativa de 500 pesos para noviembre y diciembre, además de la regularización y estabilización del personal becado y de planta temporaria.
Teniendo en cuenta su origen en un bloque opositor, no hace falta ser Nostradamus para aventurar que el proyecto de Rognone no será acompañado por el oficialismo, aunque su sola presentación ya cumplió el objetivo de instalar el tema en la agenda pública y meterle algo de presión al Ejecutivo en un delicado momento de contracción presupuestaria.
