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Verón defenderá el título que obtuvo en marzo ante Falliga.
Luego de haberse quedado con el cinturón de campeón superwelter en marzo ante Alejandro Falliga, por fallo unánime, Mateo Verón (23) tendrá que defenderlo por primera vez, este viernes 20 en Escobar. El Club Sportivo es el lugar elegido para que este joven púgil de Benavídez, que entrena desde chico en la AFUG de Garín, muestre su talento ante el público escobarense.
No será sencillo el combate. Enfrente estará Javier “La Bestia” Maciel (27), quien es de los mejores de la categoría y ocupa el primer puesto del ranking nacional. Presenta un récord de 22 victorias -16 nocauts- y 2 derrotas y desde hace tiempo está esperando este momento de desafiar al campeón. En su última pelea, en abril, el ex retador mundialista noqueó en un round a Carlos Wilfredo Vilches.
Verón, en tanto, suma 13 triunfos, 6 caídas y 2 empates, con un nocaut y dos sin decisión. En su última presentación (amistosa) se impuso por puntos ante Guido Pitto, el 18 de mayo. El campeón tiene un record de 13 triunfos, 6 derrotas y 2 empates.
La pelea del viernes es auspiciada por la Municipalidad de Escobar, las entradas están en venta en el club albiceleste -$30 a $80- y antes de la velada estelar habrá varios enfrentamientos de fondo.
Desde las 21 horas, el misionero Vicente Martín “Mono” Rodríguez enfrentará al experimentado tandilense Sergio “el Loco Lima” Escobar; Roberto Adriel peleará ante el porteño José Luis Zayak, la tandilense Marisa “La Brava” Nuñez se medirá con la salteña radicada en José C. Paz María Eugenia López. También se presentará el garinense Germán “el Correntino” Benítez, con rival a confirmar.
Al final llegará el plato fuerte entre Verón y Maciel, que será televisado en forma abierta a través de la TV Pública, con los relatos de Osvaldo Príncipi.
Gran programa de viernes por la noche en Escobar, con box del mejor nivel, varias peleas y el cinturón de campeón argentino de por medio. Una velada para no desaprovechar y alentar al “Chino” Verón, que cumplirá su deseo de presentarse ante su gente.
Por Javier Rubinstein
