Despechado, un joven de 22 años murió tras un tiroteo con la policía

Había ido a la casa de la pareja de su ex novia, para amenazarlo. Salió disparando y empezaron a seguirlo. Quiso huir en un auto y a los tiros, pero no pudo.

lunes 05 febrero, 2024

El auto era propiedad del joven que murió en el enfrentamiento.

Un joven de 22 años halló la muerte de manera trágica al tirotearse con efectivos policiales que lo perseguían tras haberlo visto salir de una casa empuñando una escopeta y a los tiros. Según se supo después, había ido allí para amenazar a su ex novia. El hecho ocurrió este domingo 20 a la madrugada, en Belén de Escobar.

El hecho se originó alrededor de las 5.50, cuando un móvil de la comisaría 1ra que recorría el barrio La Chechela vio a un joven disparando su escopeta temerariamente mientras se retiraba de una casa ubicada en la esquina de las calles Belén y Perú y subía a un VW Gol Trent, manejado por otro individuo y con dos chicas a bordo.

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Los uniformados comenzaron a perseguirlo. Pero el joven, que viajaba en el asiento de atrás, la emprendió a tiros contra el patrullero. Entonces, los policías repelieron la agresión y se produjo un intercambio de balas que duró entre diez y doce cuadras, según relataron a El Día de Escobar fuentes de la comisaría 1ra.

En la esquina de San Isidro y Jujuy, los dos varones salieron del auto y escaparon en direcciones opuestas. El conductor logró fugarse, mientras que el joven de la escopeta intentó irse corriendo por un descampado pero terminó entregándose, ya que tenía una grave herida de bala a la altura del muslo izquierdo. Minutos después, moriría en el hospital Erill a causa de una fuerte hemorragia. Se llamaba Juan Samuel Villegas.

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Mientras tanto, en el auto quedaron una joven de 22 años y su amiga de 15. La mayor había sido novia de Villegas y presuntamente tenía una relación amorosa con el dueño de la casa, de 35 años, en la que su ex pareja irrumpió esa madrugada. Ambos -según indicaron las fuentes- fueron amenazados de muerte por el despechado joven.

El caso quedó en manos del fiscal Ferrarós, de la UFI descentralizada de Escobar.