-
-
Tras la votación, los vecinos discutieron con ediles del PJ.
Con la presencia de decenas de vecinos del barrio Lambertuchi que fueron a quejarse por el servicio de la línea comunal 503, se llevó a cabo este miércoles al mediodía la segunda sesión ordinaria del Concejo Deliberante de Escobar.
El clima fue muy tenso al principio, al punto que la sesión debió pasar a un cuarto intermedio cuando algunos vecinos comenzaron a quejarse airadamente por el voto del bloque oficialista, que dejó en comisión un proyecto del concejal José Rognone que pedía al Ejecutivo controlar a la 503, dependiente de Línea 60, y exigirle que cumpla el recorrido (de la terminal de Belén de Escobar al barrio Lambertuchi) con las condiciones pautadas en la concesión. En la actualidad, los colectivos estarían pasando cada 30 ó 45 minutos, cuando la frecuencia estipulada es de 8 minutos.
El argumento del PJ para no acompañar esa comunicación fue estudiar el tema con mayor detenimiento y evaluar la posibilidad de rescindir la concesión con la línea 503. Para esto, el próximo lunes se haría una reunión ampliada de la Comisión de Transporte. A esa postura también adscribieron con su voto los concejales Oscar Fontán, Jesús Angioi y Luis Balbi, de bloques minoritarios. En tanto, el vecinalista Leandro Costa y su par de bancada Miriam Pierotti adhirieron a la trunca iniciativa de Rognone.
“Nosotros nos planteamos ir a fondo con este tema y quizás la mejor solución sea rescindir la concesión y llamar a licitación para contratar a otra empresa”, expresó el flamante presidente de la comisión de Transporte, Luis Carranza.
Rognone no tardó en contestarle y le marcó una contradicción: “¿Cómo se va a cambiar una línea si no hay en el expediente una sola acta que diga que funciona mal? Para el Departamento Ejecutivo esto funciona perfectamente bien, porque no tiene una sola multa. Parece que no se toma real dimensión de lo que le está pasando a los vecinos”, señaló el concejal del bloque Peronismo Doctrinario, varias veces aplaudido por los vecinos.
“Pareciera que el proyecto nacional de la compañera presidenta Cristian Fernández de Kirchner solamente llega a los hogares escobarenses por la televisión cuando ella habla por cadena nacional, porque acá ni siquiera tenemos la decisión política de hacerle cumplir a una empresa lo que se tiene que cumplir. Evidentemente no hay voluntad. Y así está el transporte público en Escobar”, agregó Rognone.
Carranza volvió a pedir la palabra y remarcó: “Todos estamos de acuerdo en que hay un problema, la diferencia es cómo piensa cada uno que se tiene que resolver: o se envía una notificación a la Municipalidad o los concejales nos hacemos cargo del tema. Y nosotros estamos a favor de que nos hagamos cargo”. En el debate -no exento de chicanas- también intervinieron Balbi, Costa, Angioi, Fontán y María Rosa Pereyra.
Tras la votación nominal del expediente, los vecinos reaccionaron acaloradamente. “Estamos cansados de que nos hagan el verso, nos toman el pelo. Viajamos como ganado, no tienen vergüenza”, protestó a viva voz una mujer en medio de un rezongo generalizado que motivó un cuarto intermedio para aquietar las aguas. Mientras que la mayoría de los concejales optaron por levantarse de sus bancas hasta que bajara la efervescencia, Rognone, Pereyra y después otros hablaron cara a cara con los vecinos, quienes finalmente se retiraron más serenos.
No fue ese el único expediente referido al transporte público local que se trató en el Legislativo. También estuvo en el tapete el servicio de la línea 505, que conecta el puente de Garín con la estación de Ingeniero Maschwitz. Como la empresa cubre el recorrido con un permiso provisorio caducado, Rognone presentó un proyecto de ordenanza para que se llame a una licitación del piso. Pero el oficialismo lo desechó a instancias de un pedido del Ejecutivo para que se prorrogue el permiso otorgado a la línea, dependiente del grupo MOTSA.
Por otra parte, se aprobó por mayoría un pedido de informes a la empresa Edenor en razón de los permanentes cortes de energía eléctrica que vienen sufriendo miles de usuarios del partido de Escobar, particularmente en los barrios El Cazador y Villa Alegre.
Sobre este tema había dos expedientes en danza. Uno había sido presentado por el concejal Costa, que también incluía consultas al intendente Sandro Guzmán. Pero el que se sancionó fue otro impulsado por el oficialismo, con una redacción distinta y que evitó involucrar en el caso al jefe comunal, a quien Costa había señalado como “responsable indirecto” de la crítica situación actual.
