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La movilización llegó hasta las puertas del Palacio Municipal.
A cuatro días de haberse cumplido un mes del asesinato de Noemí Condori, se realizó este miércoles en Belén de Escobar la tercera marcha para pedir el esclarecimiento del crimen y reclamar más seguridad en Matheu.
La columna, que no superó las 100 personas, estuvo nuevamente encabezada por el viudo, Mario Quispe (30), quien caminó en silencio exhibiendo la foto de su esposa. Además, acompañaron integrantes del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) -donde militaba Noemí- y representantes de la colectividad boliviana.
Esta vez, a diferencia de lo que había ocurrido en la primera marcha en Belén de Escobar y la segunda en Matheu, no hubo banderas políticas ni gritos y cánticos a través de megáfonos. De hecho, por momentos hasta pareció una marcha de silencio.
Luego de atravesar la avenida 25 de Mayo hasta la calle Rivadavia y recorrer la avenida Tapia de Cruz hasta la plaza principal, la columna llegó a las puertas del Palacio Municipal. Allí, Quispe, un grupo de vecinos y representantes del FOL fueron recibidos por el flamante secretario de Seguridad de la Comuna, Wálter Gómez, y su par de Control de Gestión e Inspección Pública, Sebastián Rey, a quienes se sumó el secretario de Gobierno, Horacio Bozzano.
La reunión duró una hora y media y, entre otras cosas, le entregaron a las autoridades un petitorio solicitando la instalación de luminarias, limpieza de terrenos y campos abandonados y la creación de un centro deportivo, recreativo y cultural orientado a la contención de los jóvenes en el barrio Villa Saboya y zonas aledañas de la localidad de Matheu.
“Vinimos a contarle a los dirigentes la cantidad de casos de inseguridad que hay en nuestro barrio. Teníamos un custodio parado en la esquina de mi casa y en un momento en el que dejó el puesto quisieron secuestrar a una nena. Además, les pedimos que limpien el campo de la calle Colón y Colombia, donde se juntan los delincuentes. Pero dicen que ellos no pueden entrar porque ese campo tiene dueño. Igualmente se comprometieron a ayudarnos a limpiar y a colaborar con máquinas porque nosotros ya empezamos a hacerlo por nuestra cuenta”, expresó Quispe a El Día de Escobar tras la reunión.
Los funcionarios se comprometieron a seguir el caso de cerca y a reunirse con la fiscal del caso, Irene Molinari, para intentar acortar los plazos de los vaivenes judiciales. También aseguraron que harán todo lo posible para que la familia pueda presentarse como particular damnificada en la causa.
Por otra parte, el martes 14 el esposo de Noemí participó de una nueva rueda de reconocimiento -la cuarta- en la que tampoco pudo identificar al asesino de su mujer.
La movilización finalizó en las puertas de la Fiscalía, donde hablaron con el fiscal Facundo Flores, ya que Molinari se encuentra de vacaciones. Flores reveló que las pruebas de balística realizadas a un arma que había sido secuestrada hace más de tres semanas dieron negativo. Y admitió que no tienen pistas ni del celular que le robaron a Mario esa fatídica noche ni de los homicidas.
Noemí, de 27 años, fue asesinada el 11 de enero a la madrugada por dos delincuentes que quisieron entrar a su casa y, al no poder hacerlo, le dispararon en el pecho a sangre fría.
