Siete meses después de que haya sido presentado y casi al filo del período legislativo ordinario, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad este jueves el proyecto de ordenanza que reglamenta la utilización del espacio público para eventos culturales en el partido de Escobar.
El “Régimen Municipal de Espectáculos Públicos en Espacios Públicos” -tal su nombre formal- consta de 18 artículos, divididos en seis capítulos, que fueron consensuados casi línea por línea entre el bloque oficialista e impulsor del proyecto y las entidades, organizaciones y agrupaciones aglutinadas en el Movimiento de Cultura Libre (MOCULI).
El marco del diálogo, a pesar de algunas dificultades y estancamientos, permitió sopesar las mejores razones y criterios para definir no pocos aspectos que finalmente quedaron con una redacción muy distinta a la original.
Básicamente, de la primera versión los concejales corrigieron un puñado de requisitos que hubieran obstaculizado sin sentido el trabajo de las organizaciones culturales independientes, cada vez más pujantes en todas las localidades del distrito. Por caso, el plazo previo para solicitar autorizaciones se redujo más de la mitad: de 45 a 20 días. Incluso podrá ser inferior si se dan circunstancias especiales que ameriten la excepción.
También se eliminó del primer texto la absurda prohibición de jugar con agua durante los festejos de carnaval. Y respecto a estos, tampoco se impondrá un límite de eventos. Concretamente, podrá haber más de un corso en cada localidad, el mismo día y a la misma hora, pero los lugares donde se realicen tendrán que guardar una distancia mínima de mil quinientos metros.
Antes de que el proyecto fuera votado y aprobado por los dieciséis concejales -ausentes Germán Maldonado, María Rosa Pereyra, Ana Padilla (PJ) y Alejandro Fedeli (AVE)¬-, el peronista José “Coty” Rognone pidió la palabra para “destacar públicamente el aporte que ha dado el MOCULI”. En ese sentido, sostuvo que “si no fuera por esa participación ciudadana, la norma no hubiese tenido semejante calidad. Por eso los insto a seguir participando y comprometiéndose con el bien común”, concluyó el edil peronista de Savio.
Una vez que el intendente Sandro Guzmán promulgue la ordenanza, el Departamento Ejecutivo tendrá 120 días hábiles para escribir el decreto con la reglamentación.
La norma abarca a todo tipo de actividad que quiera realizarse en el espacio público: desde conciertos, obras de teatro, bailes y exhibiciones cinematográficas a desfiles, exposiciones artísticas en general, festejos y corsos de carnaval.
Rognone, protagonista
Mucha responsabilidad en que la sesión haya durado casi una hora y media tiene el concejal Rognone, quien intervino con más de una decena de alocuciones para expresar opiniones sobre los expedientes en tratamiento y defender algunos de los varios proyectos de ordenanza que logró llevar al recinto.
Entre las iniciativas promovidas por Rognone están una reglamentación sobre penas para quienes ensucian con aerosol las paredes de la ciudad y un código de ética pública que obliga a los funcionarios municipales a presentar sus declaraciones patrimoniales todos los años. Ambas continuarán debatiéndose en comisiones.
Los festejos de carnaval de este año, organizados por el MOCULI, fueron el disparador del proyecto aprobado este jueves.
Siete meses después de que haya sido presentado y casi al filo del período legislativo ordinario, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad este jueves el proyecto de ordenanza que reglamenta la utilización del espacio público para eventos culturales en el partido de Escobar.
El “Régimen Municipal de Espectáculos Públicos en Espacios Públicos” -tal su nombre formal- consta de 18 artículos, divididos en seis capítulos, que fueron consensuados casi línea por línea entre el bloque oficialista e impulsor del proyecto y las entidades, organizaciones y agrupaciones aglutinadas en el Movimiento de Cultura Libre (MOCULI).
El marco del diálogo, a pesar de algunas dificultades y estancamientos, permitió sopesar las mejores razones y criterios para definir no pocos aspectos que finalmente quedaron con una redacción muy distinta a la original.
Básicamente, de la primera versión los concejales corrigieron un puñado de requisitos que hubieran obstaculizado sin sentido el trabajo de las organizaciones culturales independientes, cada vez más pujantes en todas las localidades del distrito. Por caso, el plazo previo para solicitar autorizaciones se redujo más de la mitad: de 45 a 20 días. Incluso podrá ser inferior si se dan circunstancias especiales que ameriten la excepción.
También se eliminó del primer texto la absurda prohibición de jugar con agua durante los festejos de carnaval. Y respecto a estos, tampoco se impondrá un límite de eventos. Concretamente, podrá haber más de un corso en cada localidad, el mismo día y a la misma hora, pero los lugares donde se realicen tendrán que guardar una distancia mínima de mil quinientos metros.
Antes de que el proyecto fuera votado y aprobado por los dieciséis concejales -ausentes Germán Maldonado, María Rosa Pereyra, Ana Padilla (PJ) y Alejandro Fedeli (AVE)-, el peronista José “Coty” Rognone pidió la palabra para “destacar públicamente el aporte que ha dado el MOCULI”. En ese sentido, sostuvo que “si no fuera por esa participación ciudadana, la norma no hubiese tenido semejante calidad. Por eso los insto a seguir participando y comprometiéndose con el bien común”, concluyó el edil peronista de Savio.
Una vez que el intendente Sandro Guzmán promulgue la ordenanza, el Departamento Ejecutivo tendrá 120 días hábiles para escribir el decreto con la reglamentación.
La norma abarca a todo tipo de actividad que quiera realizarse en el espacio público: desde conciertos, obras de teatro, bailes y exhibiciones cinematográficas a desfiles, exposiciones artísticas en general, festejos y corsos de carnaval.
Rognone, protagonista
Mucha responsabilidad en que la sesión haya durado casi una hora y media tiene el concejal Rognone, quien intervino con más de una decena de alocuciones para expresar opiniones sobre los expedientes en tratamiento y defender algunos de los varios proyectos de ordenanza que logró llevar al recinto.
Entre las iniciativas promovidas por Rognone están una reglamentación sobre penas para quienes ensucian con aerosol las paredes de la ciudad y un código de ética pública que obliga a los funcionarios municipales a presentar sus declaraciones patrimoniales todos los años. Ambas continuarán debatiéndose en comisiones.