SR. DIRECTOR:
Un aire frío me recorrió la espalda cuando llegó a la esfera de mi conocimiento que la letrada municipal Laura Savid estaría siguiendo los pasos de su “compañero” “Cacho” Pisaco, pionero en esto de oficiar de empleado y proveedor de la Comuna, que con total desparpajo le vende trofeos y medallas cuya facturas son emitidas por su señora esposa.
Así, la joven letrada, en todo su derecho, consiguió que la Municipalidad adquiriera un equipo de aire acondiconado para su despacho, encargando la instlación, que obviamente pagó la Municipalidad, a un costo de $ 1.500 a… ¡¿su marido?!
Ante tanta ausencia de ética, sólo nos queda saber si el esposo de Savid tendrá como instalador más idoneidad que la esposa de Pisacco, cuyas faltas de ortografía en las placas y medallas que compramos todos ya son de público conocimiento.
Juan Carlos Laramy (Loma Verde)