No hay caso: a Deportivo Armenio todo le cuesta mucho, muchísimo. Y el sábado, en Maschwitz, debió conformarse con empatar sin goles frente a San Telmo, después de noventa minutos en los que dominó las acciones pero no encontró los caminos para llegar al triunfo.
El equipo de Horacio Cirrincione venía de perder inmerecidamente 1-2 el martes frente a Defensores de Belgrano -José Luis Pelanda había abierto la cuenta para el tricolor- en el Bajo Flores, luego de que el sábado 6 se suspendiera su partido con Los Andes por el estado en que estaba su cancha a causa de la lluvia.
Apremiado por su flaco promedio y el incómodo anteúltimo lugar que ocupa en la tabla de posiciones de la Primera “B” Metropolitana, Armenio llegaba a la 27° fecha con la necesidad de ganar. Y más contra San Telmo, un rival que está en la zona caliente del descenso, aunque la semana pasada había conseguido su primer triunfo del año sobre Nueva Chicago.
El local asumió su rol y salió decidido a buscar los tres puntos, pero no le encontró la vuelta al partido. Las veces que estuvo cerca de abrir el marcador se encontró con un Gambandé seguro, que le puso candado al arco del equipo dirigido técnicamente por Gerardo Reinoso.
Tal vez Armenio, aún a los tumbos, pueda mantener la categoría este año. Pero en la próxima temporada estará ávido de una gran campaña, ya que su promedio terminará por desinflarse y lo pondrá en una situación todavía peor que la actual.
Fotografía del artículo: La Voz de San Telmo