Aquejado por una altísima y creciente demanda que su insuficiente personal atiende como puede, pocas veces el hospital de Escobar es noticia por algo bueno. Esta es una de esas excepciones, ya que con subsidios del Ministerio de Salud bonaerense y el apoyo de la asociación cooperadora se realizaron mejoras por un monto que supera los cien mil pesos.
Las principales reformas están a la vista de todos los escobarenses, ya que la fachada del nosocomio ha sido repintada con un color amarillo claro que reemplazó al característico blanco y ladrillo, dándole una estética más agradable. Los trabajos se costearon con 50 mil pesos de un subsidio provincial $ 6.780 que aportó la cooperadora.
En tanto, en el piso de cirugía se realizó el reacondicionamiento completo de los tres quirófanos, que incluyó arreglos en los revestimientos, nuevos revoques, la eliminación de los zócalos y la adquisición de torres de aspiración y equipos autógenos. El monto invertido en estas mejoras ascendió a $ 37.600, de los cuales el ministerio puso $ 30 mil.
A esto se agrega la reciente apertura de una unidad de cuidados intensivos en el servicio de pediatría, cuya puesta en funcionamiento también fue posible por la asociación cooperadora.
Los poderosos no ayudan
Jumbo, Easy, Coto y Carrefour demostraron no tener interés en darle una mano al hospital Erill, aún cuando ello no les implique ningún gasto.
Las cuatro cadenas hipermercadistas desestimaron participar del programa “Vuelto solidario a favor de los hospitales públicos”, destinado a generar nuevos recursos para la adquisición de instrumental y equipamiento médico.
La idea era que en los locales que estas empresas tienen en el distrito se les ofrezca a sus clientes donar los centavos de su vuelto a esta campaña a favor del Erill.
El marco para esta iniciativa estaba dado por una ordenanza que el Concejo Deliberante sancionó en enero de este año, en sesión extraordinaria. Pero ninguno de los pedidos realizados por la asociación cooperadora encontró eco favorable en estas cuatro firmas, algunas de las cuales sí realizan estas campañas para instituciones de otras jurisdicciones (ejemplos: hospital Garrahan y Fundación Favaloro).
Como paradoja de la descortesía, uno de estos pulpos (Carrefour) tiene una sucursal a cincuenta metros del Erill.